El Fantasma Rojo, o Megalampodus sweglesi, es un pez de acuario pequeño y colorido que agrega un toque vibrante a cualquier tanque. Con su cuerpo rojo brillante y aletas alargadas, es una hermosa adición para acuarios comunitarios. Es originario de América del Sur y prefiere aguas suaves y ligeramente ácidas. Es pacífico y se lleva bien con otros peces, por lo que es una excelente opción para aficionados principiantes en la acuariofilia.
El pez de acuario con ID 422, también conocido como Fantasma Rojo o Megalampodus sweglesi, es una especie de la categoría Carácidos originaria de América del Sur, específicamente de las cuencas de los ríos Amazonas y Orinoco. Se trata de un pequeño pez que mide apenas 3 centímetros, por lo que es perfecto para acuarios pequeños y de paisajismo.
El Fantasma Rojo es un pez que requiere una temperatura del agua que varía entre los 24 y 28 grados Celsius, con un pH que oscila entre 6.5 y 7.5. Su nivel de dureza del agua debe estar entre 6 y 10 GH, y entre 4 y 8 KH. En cuanto al espacio, se recomienda un volumen mínimo de acuario de 40 litros, con una población mínima de 8 peces, ya que tienden a agruparse en cardúmenes para sentirse seguros.
El Fantasma Rojo es un pez pacífico, sociable y activo que se adapta fácilmente a acuarios comunitarios. Su reproducción es potencialmente alta, por lo que es importante mantener un ambiente con agua limpia y bien oxigenada, con presencia de plantas y escondites para que se sientan seguros. Por otro lado, no presenta diferencias sexuales visibles, lo que facilita su mantenimiento en el acuario.
Esta especie pertenece a la familia Characidae, lo que la relaciona con otros peces propios de aguas dulces tropicales de América del Sur. Su nivel de nado es medio, por lo que es importante proporcionarle un espacio adecuado en el acuario para que pueda moverse con libertad.
En conclusión, el pez de acuario Megalampodus sweglesi o Fantasma Rojo es una opción ideal para acuarios pequeños y de paisajismo, gracias a su tamaño compacto y su comportamiento pacífico y activo. Al mantenerlo en cardúmenes, se podrá observar su comportamiento natural y disfrutar de la belleza que aporta a los acuarios.